viernes, 12 de junio de 2009

El peso de la nostalgia

Hace un par de días recibí en mi salita de estar la visita de un viejo amigo, Mark Knopfler. Nos conocemos de toda la vida, y a veces viene a mi casa a tocar algunos temas acompañados de una cervecita. En todo este tiempo debe haber llegado a conocerme muy bien, dado que ha desarrollado la rara habilidad de tocarme justamente la fibra sensible con cada canción que escribe.

Es un tío metódico, como buen caballero británico, y casi siempre puedes saber lo que va a hacer a continuación. Pero esta visita fue especial, por inesperada, y me mostró algo que nunca había hecho, y hace años estaba deseando escuchar, una versión en directo de uno de los temas más bellos que conozco. Es un canto al peso de la nostalgia, a ese nudo que se forma al comprobar que apenas queda nada de los lugares donde has vivido, y que de verdad te has hecho viejo.


Mark Knopfler - A Place Where We Used To Live

UN LUGAR DONDE SOLÍAMOS VIVIR

Esta cocina vacía donde
dejaba pasar las horas.
Justo al lado de mi vieja silla
solías poner algunas flores.
Las estanterías de libros,
incluso los ganchos de los cuadros,
todo se ha ido,
pero mi corazón está enganchado.
Si este viejo barrio
sobrevivió a nosotros,
no sé cómo resistió
a todo lo nuestro.
Tú en la escalera,
puedo verte allí.
Todo se ha ido,
pero mi corazón está enganchado.
Una vez hubo una chica
que solía imaginar lo que sería.
Se fue al gran y ancho mundo.
Ahora ella es sólo un recuerdo.
Había una pequeña escuela aquí,
donde aprendí a escribir mi nombre.
El tiempo ha sido un poco cruel.
El tiempo no se avergüenza.
No es más que el sitio
donde solíamos vivir.
No es más que el sitio
donde solíamos vivir.
Ahora en otra ciudad,
llevas otra vida.
Vas de arriba a abajo,
y eres la esposa de algún otro.
Aquí en el polvo,
no hay rastro de nosotros.
Todo se ha ido,
pero mi corazón está enganchado.
No es más que el sitio
donde solíamos vivir.
No es más que el sitio
donde solíamos vivir.
El concierto completo en la KnopflerTK (requiere registro).

(foto: Abandonalia)

sábado, 6 de junio de 2009

El valor del intérprete (II)

El gran Bob Marley creó este genial reggae, de temática muy cinematográfica, y luego llegó Dios y lo subió a lo más alto, allí donde la capacidad técnica se une con el buen gusto y el sentido musical de la excelencia.