lunes, 22 de julio de 2013

Nico Gómez: Música sin bulla

En Cádiz, hacer las cosas sin bulla es hacerlas con paciencia, sin apresuramientos ni estruendos. Esto lo aplica a la perfección el gaditano Nico Gómez, tanto a su forma de producción musical como a la música misma. Música tranquila, atemporal, artesana, profundamente enraizada. Música como la que haría un músico ambulante en la cuneta de una carretera perdida, tal y como propone la portada de su tercer disco Simple Songs... For A Simple Man (2013).

En este trabajo, Nico nos transporta una vez más a lejanos tiempos y lejanos lugares. Nos lleva a cualquier motel perdido de la Ruta 66, a las calles de Nashville o a una playa hawaiana donde descansar nuestra mente y dejarnos llevar. La clave es la misma que en sus anteriores trabajos: búsqueda constante de raíces de country y de blues, de Elvis y de Johnny Cash, de J.J. Cale y de Emmylou Harris, de Willie Nelson y tantos y tantos más. Es un trabajo hecho con conocimiento de causa, buscando sonar lo más auténtico posible, y vaya si lo consigue.


Nico Gómez - Who Cares?

El single Who Cares? abre el disco mirando hacia atrás, al pasado del propio Gómez, donde se dedicó en cuerpo y alma a Mark Knopfler, para emularlo en bandas tributo. Sin embargo, basta dar un paso más hasta el siguiente corte (Better Than You) para encontrarnos ya de lleno con un artista que va mucho más allá de la imitación de sus héroes. Las guitarras acústicas y eléctricas y la característica pedal steel se entrelazan en un sonido compacto, delicioso, maduro. La colaboración de la magnífica voz de Peter Seetaler, hecha a medida para este tipo de música, es clave para dar cuerpo a temas como el pegadizo Oregon Trail y el delicioso Down To The Old Town. Y hablando de colaboraciones hay que mencionar la gran incorporación de Eduardo Gallardo y la habitual presencia de Roberto Sánchez (de Paid In Kind) también en guitarras.



Vídeo promocional de Simple Songs


Hay muchos más temas que destacar. Me quedo con dos más: el delicioso sonido de A Precious Girl y el final conmovedor de el que probablemente sea el mejor tema del álbum: It's The End, donde, igual que al principio (como cerrando un ciclo) vuelve a aparecer el sonido Knopfler, para demostrarnos que Nico sigue cultivando esa chispa que heredó del genial escocés.