Siempre que escucho un buen blues lento, me convenzo de que es la única música con derecho a llamarse seria. Es el lamento hecho arte y el resultado, paradójicamente glorioso, de generaciones de esclavitud y sufrimiento. El lamento llevado de África a América en barcos negreros, madurado en infernales campos de algodón del Mississippi, y por último emigrado a los suburbios de Chicago. El mismo camino (Mississippi-Chicago) que un día tuvo que hacer un hombre sencillo llamado McKinley Morganfield, que quiso ser recordado como Muddy Waters (literalmente aguas sucias).
La suerte que tenemos es que tuvo una vida tan larga que, al contrario que otros grandes del blues, nos dio tiempo suficiente de que su trabajo fuera registrado con la suficiente calidad en documentos valiosísimos. Lo que os traigo aquí es una grabación increíble, en los estudios de una televisión alemana, de un Waters pletórico, rompiendonos el alma con su slide. Le acompaña una banda de lujo con especial aportación del gran Jerry Portnoy a la armónica.
El concierto completo, como siempre, en Dimeadozen (requiere registro)
¿No te ha pasado alguna vez? Estabas escuchando música y de pronto algo te ha hecho decir "¡Guau! ¡Qué bueno es esto!" Es ese momento en que has descubierto una auténtica perla. Y has tenido la necesidad de contarselo a alguien, de compartirlo con un amigo, de que otro pueda vivir ese momento también. Eso me pasa a mí tan a menudo, que he decidido abrir este blog para compartirlo con quien pase por aquí. Casi todo lo que vas a encontrar son fragmentos de conciertos en vivo, no editados oficialmente, de artistas clásicos de los de toda la vida. Qué le voy a hacer, soy así de carrozón. No es por una pretensión en especial, sino por la simple razón de que es lo que habitualmente escucho el 99% del tiempo. Espero que encuentres aquí alguna perla que te emocione. Me doy con satisfecho con eso.